“El último rey de una comunidad tenía diez perros salvajes y que él utilizaba para torturar y que se comieran a cualquiera de sus servidores que cometiera un error, o no le cayera en gracia.
Uno de los criados hizo un dictamen mal y al rey no le gustó en absoluto. Por lo que ordenó que el sirviente fuera arrojado a los perros.
El sirviente se excusó diciendo: “Yo te serví durante diez años, ¿y tú me lo agradeces de este modo? Por favor, dame diez días antes de lanzarme a los perros”, y el rey se los concedió.
En esos diez días, el criado se dirigió al guardia que se ocupa de los perros y le dijo que le gustaría servir a los perros durante los próximos diez días.
El guardia estaba desconcertado, pero estuvo de acuerdo, y el criado se dedicó a la alimentación de los perros, la limpieza, a bañarlos y con todo tipo de confort para ellos.
Cuando los diez días habían terminado, el rey ordenó que el sirviente fuera arrojado a los perros para su castigo.
Cuando fue lanzado, todos estaban sorprendidos al ver a los perros voraces, solamente lamiendo los pies del criado!
El rey, desconcertado ante lo que estaba viendo, dijo,
“¿Qué es lo que ha sucedido con mis perros?”
El sirviente respondió:
“Serví a los perros sólo diez días y ellos no olvidaron mis servicios. Sin embargo, le serví por diez años y usted se olvidó de todo, en mi primer error.”
El rey se dio cuenta de su error y ordenó que el criado fuera puesto en libertad”.
Dedicado a todos aquellos que se olvidan de las cosas buenas que una persona hizo por ellos y tan pronto como la persona comete un error, lo ponen fuera.
Posiblemente venga muy bien esta reflexión en estos días de Navidad…
¿Cómo agradecemos a “Jesús-Dios” el hecho de hacerse hombre en el vientre de una mujer?
Es de locos enamorados lo que hizo Jesús por nosotros hacerse hombre para sufrir en una cruz y librarnos de la muerte eterna, porque nuestro destino, si queremos, es el triunfo.
Feliz destino.
Paterna Diciembre 2021.
Hno. Félix Benedico