Este año que ha terminado, 2021, don Feliciano Gómez, capellán de la Comunidad y de nuestro Colegio, desde 1984, y Afiliado al Instituto (2015), ha celebrado las Bodas de Oro de su ordenación sacerdotal.
Se celebró a nivel de Diócesis (1 de julio) y, también, a nivel de Distrito ARLEP, en las jornadas “Jornada jubilares de Zona” 2021, (30 de agosto).
La Comunidad lo celebró el día 19 de noviembre, coincidiendo con el cumpleaños de don Feliciano. Celebramos comunitariamente la eucaristía de acción de gracias por estos cincuenta años de vocación sacerdotal, 37 de los cuales colaborando, ‘plenamente lasaliano’, con el Colegio y la Comunidad.
Este lasalianismo le hizo merecedor al título de Afiliado al Instituto otorgado por el Hermano Superior General, Robert Schieler, y su Consejo General. Así lo reconocía el propio título de Afiliación: “su notable compromiso a favor de nuestro Instituto, la calidad de su vida personal animada de la espiritualidad lasaliana y su participación activa y duradera en nuestra obra educativa”. (Diploma de Afiliación, 25.02 2015)
Reproduzco algunas ideas que tuve la satisfacción de expresar a Feliciano en el acto de afiliación celebrado en el Colegio La Salle el 17 de mayo de 2015:
«Feliciano llegó a este Colegio el año 1984, como capellán de la Comunidad y, también, del Colegio.
Feliciano ha colaborado –y sigue colaborando– en actividades, por decirlo de alguna forma ‘extraescolares’: atención pastoral a los internos, convivencias cristianas, campamentos de verano,… pascuas juveniles, encuentros de grupos juveniles que se reunían el mes de julio en Teruel, y un sin fin de actividades pastorales,…
Feliciano, haciendo suyo el lema scout, ha estado ‘siempre listo’, siempre dispuesto para lo que se le pidiera, sin escatimar tiempo y sin mirar nunca el reloj. Si algo ha caracterizado a Feliciano es su disponibilidad, su cercanía y su ‘lasalianismo’.
Sus homilías, siempre que puede, con un toque lasaliano…; adaptándose al auditorio: haciéndose niño con los niños, intentando hacer llegar la palabra con un lenguaje comprensible para ellos,…
Sus muchas tablas con niños y adolescente le permite, en momentos difíciles y de cierta tensión, salir airoso del trance, con paciencia y buen hacer. Situaciones, que a otros hubieran sacado de quicio, a Feliciano parecen no inmutarle, las resuelve con estilo de auténtico maestro.
Feliciano no forma parte, por ahora, de la Comunidad de Hermanos, pero participa en muchos actos comunitarios: oraciones, algunas reuniones comunitarias, momentos de ocio,… El mismo reconoce que desde los primeros momentos se sintió acogido y que “poco a poco ha ido compartiendo momentos de la vida comunitaria en la sala de comunidad, en el comedor, cumpleaños, en las salidas al campo, y en algunos acontecimientos de las familias de los hermanos”, llegando, en esos encuentros, a formar parte, de la Comunidad como uno más.
Deseamos que su aproximación a la Comunidad sea cada vez más cercana y comprometida.
Feliciano reconoce con frecuencia, cito textual, que “colaborar con La Salle ha sido para mí una auténtica gracia de Dios”.
Esperamos contar muchos años más con tu presencia y tu colaboración.
MUCHAS GRACIAS en nombre de la Comunidad de Hermanos y de toda la Comunidad Educativa del Colegio La Salle San José de Teruel».
Después de la Eucaristía el Hermano Director de la Comunidad hizo entrega a Feliciano de un obsequio en agradecimiento por su colaboración en el buen funcionamiento de la Comunidad Educativa.
El COVID-19 nos impidió tener una celebración en torno a la mesa de fraternidad.
Hno. José María Porres