<<El 18 de marzo de 2016 aparecía en el “taco”:
Mi hijo nació y yo no pude estar en el Hospital porque estaba de viaje… Aprendió a comer cuando menos lo esperaba… Y comenzó a hablar… Pero yo no estaba allí. ¡Cómo crece mi hijo! A medida que crecía, mi hijo me decía a menudo: “Papá, ¿algún día seré como tú? ¿Cuándo regresas a casa, Papá?“ “No lo sé, hijo, pero cuando regrese jugaremos juntos; ya lo verás”. Mi hijo cumplió 10 años y me dijo “¡Gracias por la pelota, papá! ¿Quieres jugar conmigo?” “Hoy no, hijo. Tengo mucho trabajo”.
Mi hijo regresó de la universidad. Ya era todo un hombre.
“Hijo, estoy orgulloso de ti, siéntate y hablemos un poco.” “Hoy no, papá, tengo compromisos. Por favor, préstame tu coche para visitar a algunos amigos”.
Ahora ya estoy jubilado, y mi hijo vive en otro lugar. Hoy le he llamado: “¡Hola hijo! ¿Cómo estás? ¡Me gustaría tanto verte!”
”Me encantaría, padre, pero no tengo tiempo. Tú sabes, mi trabajo, los niños… ¡Pero gracias por llamar, fue increíble oír tu voz!”
Al colgar el teléfono me di cuenta de que mi hijo había llegado a ser como yo>>
A muchos taco adictos les gustó tanto que nos escribieron para preguntar por la fuente.
Quizá les sorprenda, es la letra de una canción inglesa de 1974: Cats in thje Cradle
(Leído en la hoja del taco del Sagrado Corazón del día 18 de marzo de 2020)
Y digo ¿yo sirve a los padres/madres para reflexionar?
¿No hacen a veces lo mismo? En el evangelio dice Jesús: “Amaos como Yo os he amado”…
¿Nos amamos como nos mama ÉL?
¡No olvidemos que estamos aquí para aprender a amar…!
Y cuando sepamos amar nos llamará a su Reino.
Paterna, enero de 2021
Por la transcripción H. Félix Benedico