Un psicólogo, en una sesión grupal, levantó un vaso de agua.
Todo el mundo esperaba la típica pregunta, “¿está medio lleno o medio vacío?”, pero él lanzó otra muy distinta:
“¿Cuánto pesa este vaso?”.
Las respuestas fueron muy variadas. Pero el psicólogo respondió:
“El peso absoluto no es importante. Depende de cuánto tiempo lo sostengo.
Si lo sostengo un minuto, no hay problema.
Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo.
Si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El peso del vaso no cambia, es siempre el mismo.
Pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado y más difícil de soportar se vuelve”.
Y continuó:
“Las preocupaciones, los pensamientos negativos, los rencores, el resentimiento… son como el vaso de agua.
Si piensas en ellos un rato, no pasa nada.
Si piensas en ellos todo el día, empiezan a doler.
Y si piensas en ellos toda la semana, acabarás sintiéndote paralizado e incapaz de hacer nada”.
Autor desconocido
No sé de donde ha venido a parar a mis manos; pero en la vida sucede a menudo que nos creamos los problemas dando vueltas y más vueltas a los hechos insignificantes.
No sé si la parábola es interesante, pero lo que si me dice mi experiencia es que si a un problema,
(O lo que te parece un problema)
No paras de darle vueltas y más vueltas acaba siendo realmente un problema de tu vida…que te crea situaciones difíciles de resolver
¿No es mejor disfrutar de la felicidad que tienes que darle vueltas añorando la que sueñas?
Paterna, 2 de febrero de 2021
Hno. Félix Benedico