Como cada mes de mayo, nuestros centros han celebrado con gran alegría su origen y todas las miradas se han dirigido a Juan Bautista de La Salle, quien comenzó este sueño que ya dura más de tres siglos. Durante todo este mes se han realizado diversidad de actividades que además de honrar a nuestro fundador, nos ayudan a profundizar en nuestra identidad y los valores que la conforman. La fe, la fraternidad y el servicio lasalianos han sido los ejes transversales de los programas de fiesta que se han vivido en las obras.
La fe se ha vivido en las celebraciones religiosas que con solemnidad y también creatividad han hecho que educadores, alumnado y familias den gracias a Dios por la herencia recibida. Eucaristías, Celebraciones de la Palabra han sido los actos centrales.
No hay Salle sin fraternidad, por eso han sido muchas las actividades que nos han ayudado a vivir el gozo del encuentro y la alegría de compartir. Deportes, juegos, festivales, bailes han hecho que los más grandes se mezclen con los más pequeños, que los educadores compartan risas y buenos momentos con sus alumnos y que las familias también participen de la fiesta. El elementos gastronómico no podía faltar, chocolate, fruta, paella, ha habido para todos los gustos, pero siempre compartido que es lo que lo hace más sabroso todavía.
El valor del servicio también ha estado presente en las fiestas, actividades solidarias carreras, reflexiones… a través de las cuales los lasalianos nos queremos comprometer con la creación de un mundo más justo. También han sido muchos los lasalianos que han dedicado mucho tiempo y esfuerzo gratuitamente a preparar, coordinar y animar todos los actos. Sin el compromiso de todos ellos, nada hubiese sido posible.
Celebrar “La Salle” es también un motivo para reencuentro con educadores ya jubilados y exalumnos que acuden a la convocatoria y se unen a la alegría y la fiesta.
En el curso del agradecimiento, damos un GRACIAS muy especial porque el carisma lasaliano sigue vivo y porque todos nosotros formamos parte de una gran familia en la que intentamos vivir con profundidad los valores de la fe, la fraternidad y el servicio.